SAN FRANCISCO (AP) — La empresa eléctrica de California cortó el suministro a miles de viviendas la semana pasada, afirmando que ello era necesario para evitar la posibilidad de incendios forestales.
Fue la quinta oportunidad en que Pacific Gas & Electric Co. corta el suministro preventivamente, en un intento por impedir que los cables de electricidad desaten llamas en las zonas forestales aledañas.
¿Pero, acaso funcionó la táctica?
Los expertos coinciden en que es difícil determinar qué hubiera pasado si se mantenía encendido el flujo eléctrico, y si el corte de suministro es el responsable de que haya habido menos incendios en California este año.
“Es imposible demostrar algo que no pasó”, señala Alan Scheller-Wolf, profesor de gerencia y experto en temas energéticos en la Escuela de Negocios de la Universidad Carnegie Mellon. “Es imposible demostrar que se evitó un desastre porque no existe un universo alterno en que no se tomó esa misma medida”.
Los vientos que llevaron a las autoridades a cortarle el suministro eléctrico a unos 2 millones de habitantes en el norte y centro del estado viraron hacia el sur a fines de la semana. Allí, un incendio llevó a las autoridades a ordenar la evacuación de unas 100.000 personas, cerca del Valle San Fernando.
California recién ahora está sufriendo fuegos tras dos años de devastadores incendios, muchos de los cuales fueron causados por fallas eléctricas. Para el lunes, la superficie quemada equivalía a apenas el 5% de la quemada para esa misma fecha el año pasado, y el 13% del promedio de los últimos cinco años.
Pero es demasiado temprano para saber _ y quizás es imposible _ si esa disminución se debe a los cortes de luz eléctrica.
“Hay razones para ser escépticos, pues PG&E sufre las consecuencias cuando ocurre un incendio por su culpa, pero no se le acusa por las consecuencias de cortar la electricidad”, estima Severin Borenstein, director del Instituto de Estudios Energéticos de la Facultad de Administración Haas en la Universidad de California.
Destacó que pronosticar el clima es algo sumamente difícil, “así que aún si PG&E hace lo mejor que puede, no siempre acertaría”.
PG&E dijo en un comunicado el sábado que sus empleados detectaron 50 puntos en que su red de cables sufrió daños debido a los fuertes vientos, y que sus cuadrillas de expertos ya están reparando los equipos.
El gobernador Gavin Newsom fustigó a PG&E, acusándola de mala administración, de pobre inversión de fondos y de deficiente comunicaciones con la comunidad. Mencionó a San Diego Gas & Electric, pionera en los cortes eléctricos voluntarios tras un incendio en el 2007, como modelo de medidas responsables.
“Tuve la oportunidad de visitarlos (a San Diego Gas & Electric) hace unos meses, y es algo excepcional, están a otro nivel”, expresó Newsom.
SDG&E, que tiene unos 3,6 millones de clientes, ha invertido unos 1.500 millones de dólares para obtener pronósticos de clima más precisos y para mejorar sus equipos, anunció su directora Caroline Winn. La empresa contrató meteorólogos, científicos y expertos antiincendios, y desplegó una gran cantidad de sensores climáticos, añadió.
Reemplazó unos 18.000 postes de madera con postes de metal, instaló nuevos conductores y aumentó la resistencia al viento de sus equipos, usando datos de sensores climáticos para determinar qué partes de su infraestructura están más en riesgo. La compañía además dividió por sectores sus circuitos para poder identificar mejor las causas de apagones.
“No teníamos en ese entonces todas las respuestas, pero lo que sí sabíamos es que teníamos que cambiar, teníamos que hacer las cosas de otra manera”, destacó Winn.
Los cambios ahora le permiten a SDG&E emplear cortes de electricidad limitados, sólo cuando sean realmente necesarios, dijo Winn. De los 14 cortes eléctricos aplicados desde el 2013, sólo dos han afectado a más de 20.000 personas y la mayoría han afectado a mucha menos gente.
Fuera de California, como en Nevada y Utah, las empresas eléctricas locales también están considerando los cortes eléctricos voluntarios para frustrar cualquier incendio.
“Queremos asegurarnos de que nuestro sistema no es la causa de uno de esos devastadores incendios”, manifestó Tiffany Erickson, vocera de la empresa eléctrica de Utah, Rocky Mountain Power. La empresa ya le ha avisado a 5.000 familias y negocios que podría cortarles la luz si hay mal clima.
El mes pasado, Southern California Edison le cortó la electricidad a 14.000 clientes en la zona de los lagos Mammoth, en vista a pronósticos de fuertes vientos y clima seco.
Los vientos alcanzaron los 141 kilómetros por hora (88 millas por hora) y las autoridades pidieron a la población mantenerse alejada de las vías cuando los vientos volcaron varios camiones, tumbaron postes de electricidad y malograron circuitos eléctricos.
“Es evidente que las condiciones allá eran tan severas que fácilmente hubieran provocado un incendio”, estimó Don Daigler, portavoz de la empresa eléctrica. “No es una decisión que tomamos a la ligera”.
Stephen Pyne, experto en incendios y quien fue profesor de la Universidad Estatal de Arizona, comparó la situación con la de las vías ferroviarias del siglo XIX, cuando los motores y las ruedas de los trenes desprendían chispas que provocaban incendios.
“Recordemos cómo eran las ferrovías de entonces. Eran un motor de desarrollo: político, económico, social. Y finalmente resolvimos el problema y ya no se causaban incendios por los trenes”, expresó Pyne.